Sanar es recuperar el bienestar y el equilibrio
La sanación espiritual no depende de quién ni cómo sana. La persona sanará o no porque la capacidad de sanarse le pertenece sólo a ella, a la persona que recibe la sanación, sea esta de la forma que sea o a través de la técnica que sea. Y, bajo mi punto de vista, esto ocurre tanto si hablamos de enfermedades del cuerpo como del alma. Por lo tanto, el mérito no es del sanador. El trabajo le corresponde al receptor de la sanación.
Sanar espiritualmente es recuperar el bienestar, el equilibrio, tanto a nivel físico como psíquico o espiritual. Esto es, llegar a un instante de lucidez en el que se produce la comprensión de aquello que nos ha llevado al desequilibrio, no tanto a nivel externo –circunstancias, relaciones, experiencias- como a un nivel más profundo: qué pensamientos, sentimientos, emociones, comportamientos, etc., se vivieron en el instante en el que se desencadenó la desarmonía y el desequilibrio.
Lo que tiene como consecuencia la sanación es el descubrimiento, la comprensión, la aceptación de la propia responsabilidad y el cambio de pensamiento-emoción-sentimiento-actuación subsiguiente. Todo ello apoyado por el sanador, la técnica, el tratamiento, etc., necesarios para restaurar la salud y devolver el equilibrio.
Ninguna técnica dará un resultado definitivo sin el consiguiente cambio de conciencia.
Diferencias entre sanar y curar
Llegados a este punto, podemos establecer una diferencia importante entre sanar y curar.
Sanar: la persona ha llegado a un punto de comprensión, tal como decía antes, de las razones y situaciones que la han llevado a la enfermedad, y decide aplicar las nuevas ideas-emociones-actuaciones dando un verdadero cambio a su vida.
Curar: eliminar los rastros y heridas que ha dejado en el cuerpo el traumatismo, accidente o enfermedad.
En el primer concepto hablaríamos de una sanación holística, es decir, física y espiritual. En el segundo, evidentemente, de una sanación meramente física.
Para llegar a una sanación holística, una sanación que englobe al ser humano en todas sus facetas, hoy en día disponemos de una serie de técnicas que pueden ayudarnos a entender aquello que nos llevó a la enfermedad, a la desarmonía. Paralelamente nos ocuparemos de curar nuestro físico. Pero si no hacemos lo primero, si no comprendemos las causas profundas emocionales y espirituales que nos llevaron a la enfermedad o el accidente, posiblemente la vida nos sitúe de vez en cuando en una circunstancia similar hasta que comprendamos.
Al hablar de Sanación Espiritual hablamos del mundo de las energías sutiles, esa parte del ser humano que no es visible a simple vista, ya que el concepto espiritual engloba todo aquello que no se circunscribe al mundo de la materia.
La O.M.S. (Organización Mundial de la Salud), decidió en 1998 añadir la palabra Espiritual a la definición de Salud: “la salud es un estado dinámico de bienestar físico, mental y espiritual, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia.
La sanación espiritual en Valencia un don que todos poseemos
La sanación espiritual en Valencia es un don que cualquier ser humano posee en potencia y que puede desarrollar. Algunas personas lo tienen muy potenciado ya desde su infancia. La llave de la Sanación está en el cambio de conciencia. La Sanación no es un Arte, ni una Técnica, sino una actitud especial, un concepto más amplio de la vida y de la realidad. El Sanador es el Canal a través del cual fluyen las Energías Superiores y que sirve de instrumento para que se realice la Sanación. El Sanador no sana por sí mismo, sino que canaliza una Fuerza que existe fuera de él, fuera de nosotros, y activa la capacidad auto-sanadora en las otras personas, pretendiendo así devolver la armonía al individuo con el medio en el que vive, con sus circunstancias, sus emociones, comportamientos, cargas familiares, etc. Contempla el cuerpo físico, mental, emocional y el alma, y busca integrarlo de un modo completo dentro del Universo.
Podemos recurrir a diversas técnicas para ello: reiki, sanación zen, sanación pránica, reconexión, etc. Yo añado una técnica más, de creación propia y de la que ya os he hablado en varias ocasiones: la sanación áurica, otra forma de recuperar el equilibrio energético, vital, emocional y espiritual. Si quieres experimentarla, sólo tienes que ponerte en contacto conmigo.
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